¿Estamos construyendo el futuro... de otros? 🤯💸

No vas a creerlo.

Me volé la cabeza.

Hoy grabé un episodio de Confesiones de un Emprendedor, el nuevo espacio en el podcast de Copiloto.

¿La novedad? Lo hice solo, sin entrevistados.

Queremos compartir el detrás de cámaras de Copiloto, hablar de emprendimiento, salud mental y actualidad con total transparencia.

Parte del formato incluye noticias, así que me preparé. Investigando sobre qué hablar en el primer episodio, me topé con un reporte de JP Morgan que me dejó en shock.

Para quienes no lo saben, JP Morgan es el banco de inversión más influyente de EE.UU., con un ejército de analistas prediciendo tendencias globales. Su informe destacaba el impresionante crecimiento económico de España.

Después de años de estancamiento, España avanza a una velocidad superior que Italia, Francia y Alemania (los ricos del barrio). Pero lo realmente impactante no era el crecimiento… sino el por qué.

La respuesta fue clarísima: LOS LATINOS.

—Aquí casi me caigo de la silla—

Según el informe, el auge español está impulsado por dos factores:

  1. La cantidad de latinoamericanos invirtiendo en negocios y propiedades en España.

  2. Los latinos que están migrando a España para emprender y/o trabajar.

Es decir, como en la época de la colonización de América, los latinoamericanos somos los que estamos generando riqueza en el viejo continente

¿Cómo es esto posible?

Primero, lo positivo: esto confirma que somos trabajadores incansables, talentosos, creativos y con un deseo imparable de salir adelante. Somos capaces de levantar economías en países envejecidos, estancados y con pocos recursos naturales.

Pero también deja mucho que desear… y plantea preguntas importantes:

¿Por qué estamos ayudando a crecer a otros países con nuestro talento y dinero en lugar de hacerlo en nuestra propia región?
¿Por qué siempre creemos que lo nuestro no vale?
¿Que el pasto es más verde en otros países?

Mi invitación es la siguiente:
Emprendan en sus países y luchemos por nuestra región. Tenemos más recursos que ningún otro continente, aquí hay mucho dinero, así como poblaciones jóvenes y capaces, y un océano de creatividad.

Sí, sé que no es fácil. No soy ingenuo.

Pero emprender en Latinoamérica vale la pena.

Quien emprende aquí transforma vidas y países. Nuestra región nos necesita.

Ya lo hemos demostrado: de Madrid a Miami, podemos hacerlo. Y lo hacemos.

Es hora de transformar nuestros propios países y, en vez de enriquecer a quienes muchas veces ni nos quieren, levantar nuestra región con nuestro propio talento.

Nadie lo va a hacer por nosotros, y como lo hemos demostrado nadie lo hace mejor que nosotros.

El emprendimiento es el presente, el futuro… y quizás la salvación de nuestro continente.

Mucho por aprender y mucho por hacer.
Ammiel Manevich